Faja de la Pardina desde Cuello Arenas
- Noelia Comella
- 3 ene
- 5 Min. de lectura
La Faja de la Pardina: la ruta que tienes que hacer si estás en As Fuebas de Patricio

¿Estás en As Fuebas de Patricio disfrutando de los vibes rurales, los corderos pastando y la tranquilidad de Vió? Pues aquí va un plan que sube el nivel de tu experiencia: la Faja de la Pardina desde Cuello Arenas, una ruta circular que combina vistas épicas, un toque de adrenalina y encuentros con la fauna más espectacular del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Es de esas rutas que reconectan con la naturaleza y, de paso, llenan la galería del móvil con fotos que parecen sacadas de National Geographic.
Cómo llegar a Cuello Arenas
Desde As Fuebas de Patricio, súbete al coche y conduce 15 minutos hasta el pueblo de Nerín, donde encontrarás el autobús turístico que te lleva directo a Cuello Arenas (sí o sí, porque la pista está restringida al tráfico privado). Es un viaje corto pero con unas vistas que ya empiezan a abrirte boca para lo que viene.
Faja de la Pardina desde Cuello Arenas. La ruta: un espectáculo paso a paso
1. Desde Cuello Arenas: el punto de partida
La aventura empieza a 1.900 metros de altitud, en Cuello Arenas, donde ya tienes unas vistas de escándalo: la Sierra Custodia, las Tres Sorores, el Valle de Añisclo y hasta el Cañón de Añisclo. Desde aquí, el sendero te lleva hacia la Casa do Puerto, un pequeño refugio de pastores, y luego sigue hacia el barranco de la Pardina. A la derecha, un camino baja abruptamente hacia el Barranco del mismo nombre, así que nos mantenemos altos, por la izquierda.
Momento fauna #1: Mientras caminas por esta zona, estate atento porque es habitual ver corzos pastando tranquilamente por los prados.
El sendero bordea un tozal, hasta que cruzamos el barranco Furicón . Ahí empieza la típica forma de Y de los barrancos de la zona. Nos dirigimos a la ladera más alejada, la de la izquierda orográfica. Un cartel nos indica el inicio de la faja y nos permite alcanzarla por abajo (sendero de la derecha) para acabar en Mallo Candón, donde habrá que hacer una sencilla trepada por unas clavijas.
Al trepar, llegamos a lo alto de la Mallata de Candón y recorremos el camino de vuelta por arriba, por la faja Malpasé hasta llegar a la misma bifurcación.

Ojo, si tu perro es grande y no puedes alzarlo no te recomiendo hacer la circular. Llega hasta el final de la faja y vuelve por el mismo camino
2. Entrada a la Faja de la Pardina: empieza el espectáculo
En apenas 20 minutos llegas al inicio de la Faja de la Pardina, un sendero estrecho colgado en mitad de una pared rocosa. La sensación aquí es como caminar entre el cielo y la tierra, con barrancos a un lado y paredes verticales al otro.

Fauna on fire: Este tramo es un paraíso para los amantes de las aves. Mira al cielo y seguro que ves buitres leonados planeando en círculos, y si tienes suerte, algún quebrantahuesos con su silueta inconfundible. También es posible cruzarte con un sarrio, ese ciervo ágil que parece bailar entre las rocas.
3. Confluencia con Añisclo: la conexión con el cañón
Tras unas dos horas de caminata (a ritmo tranquilo), llegas a la confluencia con el Cañón de Añisclo, uno de los puntos más icónicos de la ruta. Aquí el sendero cambia de dirección y empieza a subir hacia el Grau del Candón, pasando por un terreno más inclinado y técnico.
A destacar: Desde este punto puedes ver el vuelo majestuoso de las águilas reales que surcan los cielos de Añisclo.
4. Alto del Grau del Candón: adrenalina y vistas épicas
El tramo más emocionante de la ruta está aquí: la subida al Grau del Candón, equipada con clavijas y sirgas. Es un momento para sacar tu lado aventurero, usar las manos y sentir esa adrenalina de estar literalmente escalando hacia el cielo.
Una vez arriba, los prados te reciben con calma, y las vistas son brutales: desde las Tres Marías hasta el Valle de Añisclo, pasando por los picos más altos de los Pirineos.
Pro tip: Aprovecha para descansar, comer algo y, por supuesto, hacer fotos. Este es el tipo de lugar donde el tiempo se detiene.
5. Faja Malasé y regreso: cierre perfecto
El camino continúa hacia la Faja Malasé, que corre por encima de la Faja de la Pardina. Este tramo es más suave pero igualmente espectacular, con un panorama que parece sacado de un documental de naturaleza. Finalmente, el sendero te lleva de vuelta a Cuello Arenas, cerrando este pedazo de ruta circular.
Fauna que vas a ver sí o sí en la Faja de la Pardina
Si algo hace especial a esta ruta, además de sus paisajes, es la cantidad de animales que puedes ver en su hábitat natural. Aquí tienes la lista VIP de avistamientos:

Corzos: los encontrarás en los prados más tranquilos, especialmente al inicio de la ruta.
Sarrios: son como los reyes de las rocas y es fácil verlos en las zonas más escarpadas.
Quebrantahuesos: este ave impresionante es uno de los emblemas del parque; fíjate en su vuelo solitario.
Buitres leonados: los verás planeando en grupos, aprovechando las corrientes de aire.
Águilas reales: si miras al cielo con paciencia, probablemente veas una de estas majestuosas aves cazadoras.
Todo lo que necesitas saber
Distancia total: 9,7 km
Duración: 3h 40min (pero tómate tu tiempo, la ruta lo merece).
Nivel: Moderado, con algunos tramos técnicos (hola, clavijas).
Equipo necesario: Ropa cómoda, botas de montaña, agua, algo de comida y, obviamente, tu cámara o móvil.
Mejor época: Verano y otoño son ideales, porque el terreno está más seguro y las vistas son más claras.
¿Por qué es el plan perfecto desde As Fuebas de Patricio?
La Faja de la Pardina no es solo una ruta, es una experiencia completa que combina naturaleza, fauna y un poco de acción. Es el plan perfecto para desconectar del día a día y re-conectar con el mundo natural mientras exploras los alrededores de Vió.
Además, nada mejor que volver a As Fuebas de Patricio después de un día de caminata: una buena comida local, vistas al Monte Perdido y el descanso que te mereces.
¿Qué dices? ¿Te animas a vivir esta aventura?
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